IMPRESIONES DE LA GALA DE LOS GOYA 2010

Me puse a ver la gala de los Goya de este año casi por casualidad. Este tipo de eventos me suele aburrir enormemente (los Oscar por ejemplo suelen ser infumables) pero el no tener un plan para esa noche hizo que empezara el evento y yo me dejara seducir por pura vagancia.

Pues resultó en general una experiencia agradable llena de grandes momentos, con un ritmo sólo lastrado por los excesivos agradecimientos de los premiados (salvaría de la quema a Marta Etura y Guille Milkyway por sus emocionados y sinceros discursos) y por algún numerito de verguenza ajena. Se dejó de lado la excesiva politización que tanto daño ha hecho al gremio de cineastas y se nos ofreció una gala blanca centrada en celebrar lo que había que celebrar y que muchas otras veces se ha olvidado, el cine español.

Repasemos pues lo que, a mi entender, han sido los mejores momentos de la gala de los Goya 2010:

- El talento del equipo de Buenafuente se dejó notar desde el principio, con un vídeo lleno de personajes conocidos que mostraba las vicisitudes del presentador en su intento de llegar a la gala. Impagable un Fernando Trueba taxista que, con su marcadísima mirada estrábica espeta '¿Por dónde vamos?, ¿por la derecha o por la izquierda?', a lo que Buenefuente responde 'Ejem, mejor me voy andando'.



- El querido Pocoyó hizo acto de presencia al igual que en los Oscar los personajes de animación suelen aparecer en el escenario para presentar ciertos premios. Lo resaltable del asunto fue escucharle decir una y otra vez con su tono infantil 'abogadoooor' en plan Robert De Niro en el 'Cabo del miedo'.



- Para poner de manifiesto la importancia del montaje se mostró un trailer donde, gracias a una hábil edición, se convertía al drama y thriller carcelario 'Celda 211' en una amable comedia.



- El premio honorífico a Antonio Mercero, nuestro Frank Capra particular, fue especialmente emotivo por la enfermedad que padece el veterano director. En boca de uno de sus hijos: 'Si algo bueno tiene el Alzheimer es que puedes ver Cantando bajo la lluvia 500 veces como si fuera la primera vez'.

- Almodovar dejó atrás su distanciamiento de la academia apareciendo para presentar el Goya a la mejor película (redondeada por la imagen de Pe y Bardem en primera fila). La platea, que no se esperaba un órdago así, se puso en pie aplaudiendo fervientemente. 'Si estoy aquí es porque teneis un director muy pesado' dijo el director manchego en referencia a Alex de la Iglesia.



- La despedida de Buenafuente. 'Pues mira que me habían hablado mal de los actores, y no es para tanto' en referencia a lo bien que se había sentido. 'Muy mal se tienen que poner las cosas para que no venga yo de nuevo de presentador el año que vien...' en ese momento recibe un disparo. El publico empieza a aplaudir riendo a lo que el ensangrentado presentador suelta 'qué aplaudís cabrones,... vaya gremio'.

El discurso del director de la academia requiriendo una mentalidad más humilde, reconociendo errores y el estrato privilegiado al que pertenecen también resultó novedoso. Así, la modesta (técnicamente hablando) Celda 211 se impuso a la millonaria Agora y Daniel Monzón (cuántas veces habré disfrutado con sus críticas en 'Días de cine'), hasta arriba de valerianas, hacía valer su propuesta ante la de Amenabar.



Un buen año para el cine español se ha visto coronado por una entrega de premios a la altura. Espero que la tendencia continue, que se potencie la cantera y que algún día recuperemos gloriosas épocas pasadas. Qué tiempos aquellos en los que se facilitó el camino a toda una generación de jóvenes autores. Medem, De la Iglesia, Amenabar, Bajo Ulloa... consiguieron revolucionar nuestro cine. Ahora algunos de ellos son los que tienen la sartén por el mando, que sean capaces de mirar atrás y de apredender de su propia experiencia es esencial para que nuestro cine se renueve y goce de buena salud. Tenemos todo un año por delante para cumplir sueños y promesas.