La película más ambiciosa de Quentin Tarantino hasta el momento de su estreno fue también la más cercana a las filias y fobias de su autor. Kill Bill es un homenaje a la cultura de videoclub que alimentó su adolescencia, al cine de carretera, serie B y artes marciales que contaba excesivas historias de traición, venganza y sacrificio. La vasta iconografía pop de este director fetiche de la modernidad se desata como nunca en esta película que son dos, todo un tótem referencial del cine de nuestro tiempo.Enlace Fnac.es
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